RECICLAJE Y DIETAS POST NAVIDAD
Luisa
González
Pasada la navidad, en casi todos
los hogares sobra un montón de comida que nadie
se atreve a botar, entre otras cosas, porque
hacerlo es pecar, dadas las necesidades de
quienes no tienen ni siquiera esas sobras. Es
entonces cuando las amas de casa, normalmente
previsoras, que hemos congelado los sobrantes,
comenzamos a reciclar.
El pasticho, por ejemplo, cortado en trozos
pequeños, con más bechamel y queso rallado, se
convierte en un picadillo exquisito que se
acompaña con pan y una buena ensalada de papas.
La macarronada también se corta menudita, se
revuelve con más queso y mantequilla, se baña
con huevo batido, se hornea y queda como una
fabulosa torta de pasta, muy al estilo plato de
final de quincena cuando la despensa esta casi
vacía.
El pernil es el rey del reciclaje, puesto que,
desmechado y con más salsita, es el relleno
ideal para una arepada familiar. El pavo cumple
iguales funciones que el pernil y también sirve
para preparar un criollísimo revuelto; eso si,
con muchos condimentos, porque ya sabemos que
suele ser bastante insípido, y con arroz y
ensalada completa un almuerzo bien resuelto.
Otra estrella del reciclaje es el guiso que
quedó de las hayacas, que se transforma en un
manjar de dioses si con harina y otros
ingredientes preparamos una masa y hacemos un
pastel. El mismo que en casa de mis padres se
llamaba "pastel de retazos" porque se elaboraba
con los restos de los almuerzos de la semana
debidamente congelados.
Cuando se termina el reciclaje es el tiempo de
iniciar las prometidas dietas, las caminatas, la
bailoterapia, parafina, pesas y cuanto aparato
anuncien en la tv. Entonces seriamente
volveremos al pollo a la plancha y a la
ensaladita aderezada con limón, el pan integral,
y soñaremos con vernos sin los antiestéticos
rollitos o cauchos, con esos kilos de más que
nos dejaron las comilonas de navidad...
Mientras tanto, cuidar nuestra salud a través
del mejoramiento de la figura será una tarea de
11 meses pues al llegar las fiestas decembrinas
o tal vez desde el inicio de la Feria de La
Chinita el ciclo de engorde comenzara de nuevo,
y así hasta que nos convenzamos de que o nos
medimos en la ingesta navideña o seremos gordos
o gorditas. Buen provecho, porque ya empecé mi
dieta.
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