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RIVALIDAD DE
“GAVILANES” Y “PASTORA” (Parte II)
Como dijimos en columna anterior, al
inaugurarse el Estadio del Lago, en 1932, la
rivalidad de estos equipos se trasladó a ese
campo deportivo. La primera victoria, en la
temporada de 1933 fue para “Gavilanes”, y en
1934 el “Pastora” logró el desquite.
Posteriormente, el equipo “Gavilanes” se
apoderó del escenario ganando todos los años
hasta 1940. De 1941 a 1945 no hubo
campeonatos, ya que el Estadio del Lago fue
virtualmente abandonado; sólo se jugaban
series cortas entre seleccionados regionales
contra equipos de Colombia, Panamá o
Caracas. A finales de 1945 fue inaugurado en
la zona noroeste de Maracaibo el Estadio
Olímpico (después denominado “Alejandro
Borges”, el cual fue escenario de los
campeonatos de béisbol hasta 1963. En el
nuevo campo, dotado de modernas
instalaciones y espaciosas tribunas, renació
la rivalidad entre gavilaneros y pastoreños.
Cada vez que se enfrentaban los dos equipos
había un lleno total y los partidarios del
“Gavilanes” se ubicaban en la tribuna de la
derecha y los del “Pastora” en la de la
izquierda. Estimulados por ese fanatismo,
ambos equipos trataban de reforzarse con
verdaderas estrellas criollas y extranjeras.
En 1948, El “Pastora” conformó un equipo
encabezado por el gran jugador portorriqueño
Luis Rodríguez Olmos, extraordinario
fildeador y bateador, quien había jugado
como tercer bate de los Dodgers de Brooklyn
y era considerado como el mejor pelotero
latinoamericano de su tiempo; el lanzador de
color Johnny “Acurito” Wright; los
estadounidenses Ken Sears (c) y Max Surkont
(p), el dominicano Andres Julio Báez (Grillo
“B”) y el panameño Andrés “Alambre” Alonso,
habiéndole dado estos formidables refuerzos
un contundente triunfo al equipo lácteo, no
obstante que el “Gavilanes” también se había
apertrechado con figuras como el
estadounidense Fred Martin, llamado “El
Enviado del Cielo”, quien era figura estelar
en los Cardenales de San Luis, de las
Grandes Ligas, pagándole la astronómica
cifra para la época de Bs. 23.000 por mes y
medio de actuación, que no pudo ayudar a
ganar a los pajarracos. En 1949, el
comandante gavilanero Ernesto Aparicio viajó
a La Habana, Cuba y contrató una
constelación de figuras cubanas, encabezada
por Roberto Ortiz, Pedro “Gamo” Pagés y
Alejandro Crespo, fildeadores, y Sandalio
“Potrerillo” Consuegra, Aristónico Correoso,
Lino Donoso y Armando Roche, lanzadores.
Resultado: “Gavilanes” se tituló Campeón ese
año. |
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